El Origen de las Ideas

Yo soy libre como Mandela ...
Calle 13
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Así como al Residente de Calle 13, a los seres humanos nos encanta creer que somos libres y que el ejercicio soberano de nuestras libertades están exentas de influencias externas y para colmo tendemos a creer que estas ideas son súper originales y modernas, después de todo la esclavitud está "oficialmente" abolida por la ONU desde el año 1926, hasta nuestra propia Constitución Nacional "garantizan" nuestras libertades esenciales, gracias a las cuales entre otras cosas podemos por ejemplo expresar nuestros pensamientos así como para que todo el mundo se entere de lo "re pro" que somos a través de tweets, posteos en las redes sociales o los dominios modernos del Imperio de la Doxa y sin embargo, si analizamos con atención y escarbamos en el origen de las ideas que se infiltran en los discursos, opiniones, actitudes y comportamientos de nuestra "sapiente" especie hoy por hoy, no sólo encontraremos que nada nuevo hay bajo el sol sino que además podemos con ayuda de google y un poco de tiempo averiguar quién o quienes están interesados en nuestras creencias "libremente" adoptadas o parafraseando una cita muy citada "dime en qué crees y te diré quién te controla".

Se dice que las nuevas ideas molestan a las viejas costumbres, pero en realidad las ideas realmente nuevas y genuinas son más bien escasas, lo que suele suceder es un continuo copy paste mental donde lo novedoso es el ejercicio del ingenio materializados en la danza sincronizada de millones de neuronas y sinapsis en el interior de la famosa caja negra. Este baile sincronizado que hoy es observable mediante impresionantes equipamientos gracias a los cuales sabemos que cuanto más training tiene el cerebro más conexiones neuronales despliega y que este crossfit mental se logra mediante el ejercicio del pensamiento crítico que a su vez depende de una serie de variables para su realización. Dos de estas variables son la buena alimentación que las neuronas necesitan para su desarrollo prácticamente desde su concepción y muy especialmente durante la niñez lo que permite el desarrollo de nuevas conexiones neuronales y las emociones, que son los fijadores por excelencia de las creencias en el cerebro. 

La importancia del crecimiento sano de las neuronas radica en que el cerebro es la plataforma que sostiene el desarrollo del pensamiento crítico que permite a su vez identificar las ideas predominantes en nuestras vidas para contrastarlas, cuestionarlas, compararlas, cambiarlas y finalmente determinar cuál es el sistema de creencias que más nos conveniente y con el cual nos sentimos cómodos para interpretar la realidad que nos toca. 

Si cada persona lograse ser consciente de su sistema de creencias y respetase el de los demás este lindo planeta sería bastante colorido, divertido y pacífico, pero no, por cada sistema de creencias que se conoce existe su contrario, así es, los trolls también son en realidad modernos reciclados de los antiguos contreras, entonces, la confrontación de ideas no siempre se realizan en paz y armonía, ejemplos en la Historia de la Humanidad tenemos de sobra. 

Nuestra especie es muy conocida por los esfuerzos reiterados por controlar a sus congéneres y tratar de convencerlos de que su idea, esquema o modelo de vida es la más buena de todas. En la actualidad la manipulación y el lavado de cerebro son temas macabros y moralmente cuestionables que sin embargo se practican desde hace muchísimo tiempo bajo diferentes disfraces; mucho antes que los neurocientíficos: los líderes religiosos, los políticos, los sofistas del pasado convertidos en los abogados del presente, los chamanes, los filósofos y otros avivados ya intuían que la psique es bastante influenciable y esta situación fue y sigue siendo aprovechada hoy para los fines más diversos. 

Por ello considero relevante indagar sobre los orígenes de las ideas que predominan en nuestra vida. ¿De dónde vienen nuestras creencias? plantearnos el origen del sistema de creencias predominantes en nuestra mente podría entre otros aportes esclarecer qué paradigmas rigen nuestras vidas y por tanto nuestra cosmovisión del universo y de las personas que nos rodean. Para bien o para mal las creencias impactan nuestras vidas cotidianas, por ello es importante el desarrollo del pensamiento crítico, que es un ejercicio activo que se realiza cuestionando las propias creencias y a la vez indagando de dónde vienen, la utilidad de este ejercicio podría ayudarnos a pelearnos menos con otras personas, respetarnos más y entender que nuestro punto de vista no es más o menos importante que el del resto de los habitantes del planeta. 



Referencias:


· La Perla. Calle 13.

· Constitución Nacional. 1992

· Convención sobre la Esclavitud

· Marinof, L. Pregúntale a Platón. Ediciones B, S.A. (2003)

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