Ego & Rococó
Ego |
Estas características humanas son tan universales que si
hoy como hace miles de años uno va de paseo a una tribu en Australia
por ejemplo, sin tener una idea de su lengua y sus costumbres. Podría
fácilmente reconocer al cacique de la tribu observando a la persona
que tenga más plumas, esta misma técnica puede utilizarse en la
política, en la empresa y en todas las instituciones sociales tanto
en un grupo scout, en comunidad de científicos y en la comisión
barrial, entonces las chequeras, certificados, medallas, trofeos y autos pasan a tener el mismo simbolismo decorativo.
Este
comportamiento tan primitivo y por tanto arquetípico me ha remitido
al teatro de la Antigua Grecia en dónde los actores utilizaban una
máscara para representar los roles que le tocaban, esta máscara
conocida como Prosopon, es el origen de la palabra persona y
personalidad. La personalidad se convierte entonces en la máscara
que cubre al ser esencial, en otros términos aunque no exactos
también se denomina Ego. Las máscaras como el maquillaje cumplen
una doble función, la primera es representar un rol y la segunda es
la protección, los egipcios se maquillaban los ojos no sólo para
embellecer sino también para protegerse del sol y las arenas del
desierto, las máscaras también protegen ocultando la identidad del
portador, el problema suele comenzar cuando olvidamos que no somos la
máscara o la personalidad y nos identificamos tanto con las
etiquetas sociales, maquillajes y adornos que ya no podemos
distinguir entre lo que es y lo que parece ser.
Este
preámbulo podría sonar sarcástico pero no lo es, como seres
sociales que somos necesitamos reflejarnos en los demás para
encontrarnos a nosotros mismos, por lo menos en una primera etapa de
transformación interior. Nadie puede autoproclamarse rey o
presidenta de la República, son los otros los que nos reconocen como
tales y nos dan ese poder asignándonos etiquetas, esto no es algo
negativo en sí mismo, es simplemente humano. En la pirámide del
psicólogo Maslow se puede apreciar que después de las necesidades
fisiológicas y de protección, el ser humano tiene la necesidad de
la filiación y el reconocimiento de sus pares, si con suerte logra
satisfacer todas estas necesidades en una vida, entonces podrá
buscar satisfacer la necesidad mas sublime que es su propia
autorrealización como persona.
Conlleva su arte el ser capaz de
disfrutar de la belleza del rococó sin perder el norte, no
olvidemos que más allá de los roles que nos toquen desempeñar en
el teatro de la vida, somos una anécdota en el maremágnum del
Cosmos, somos polvo, de la tierra hemos venido y a ella volveremos,
todo lo demás es conjetura, necesaria para evitar suicidios
colectivos, pero conjeturas al fin.
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