Memento Mori

Memento Mori

Se cuenta que en Roma cuando un guerrero entraba a la ciudad con un desfile triunfal, un esclavo debía seguirlo repitiendo una y otra vez: Memento Mori, Memento Mori, recordandole lo efímero de aquel presente, que todo pasa y nada queda ... incluso la victoria es una ilusión pasajera ...

Aceptar y recordar de vez en cuando que somos mortales no tiene que ser una tragedia, sino un aliciente para aprovechar el presente y mantener alejada a la soberbia: esa ilusión que más de una vez nubla el ego con pretensiones fantabulasticas de megalomanía.

El memento mori puede ser un mantra efectivo cuando uno se encuentra atrapado en nubes delirantes de grandeza, también cuando estamos en el circulo vicioso de la queja, porque es importante agradecer siempre todo lo que nos pasa, por eso mismo, porque todo pasa y al final lo que queda son las lecciones que nos brinda la rueda de la vida que a veces nos ubica abajo y otras arriba, pero siempre nos brinda la oportunidad de ver más allá de las apariencias.

Memento Mori, Memento mori!

Recuerda que vas a morir!  

Nada más cierto y sin embargo hacemos todo lo posible para olvidarlo día a día en un tiempo en el que adormecemos todos los sentidos para convertirnos en zombies hiperconectados, dejando el disfrute de la vida relegado a un futuro incierto que nunca llega, haciendo a un lado lo importante para dar protagonismo a lo  fugaz y llenando los espacios cotidianos de nada ...

Por ello creo que en las buenas y en las otras, recordar el inevitable final que a todos nos espera puede ser una efectiva dosis de ubicol en el organigrama de la vida ;)

Nada más cierto y sin embargo hacemos todo lo posible para olvidarlo día a día en un tiempo en el que adormecemos todos los sentidos para convertirnos en zombies hiperconectados, dejando el disfrute de la vida relegado a un futuro incierto que nunca llega, haciendo a un lado lo importante para dar protagonismo a lo  fugaz y llenando los espacios cotidianos de nada ...