La Fragua de Ña Ramona
La Fragua de Vulcano, Diego Velázquez, 1630. |
La Fragua de Vulcano, es una pintura de Diego Velázquez que pudo trascender el tiempo y esconde interesantes lecciones para el buen observador, a menudo aprecio con detenimiento esta pintura porque me recuerda, entre otras cosas, las enseñanzas de mi abuela Ramona que recién al mediodía de la vida puedo comprender en su sencilla profundidad.
Ña Ramona es una mujer poderosa, como tantas matriarcas es una Kuña Guapa del Paraguay, enviudó joven y siguió adelante con la crianza de sus hijos y algunos nietos, entre los que me cuento, nunca entendió muy bien el trabajo de los psicólogos, cuando aún era estudiante, siempre me decía: Ay che memby (Ay mi hija), en mi tiempo no había psicólogos, todo se solucionaba con garrote y ya ves como mis doce hijos salieron todos bien, trabajadores y honestos!!! De ninguna manera pretendo hacer apología al maltrato como sistema de corrección de comportamientos, pero si rescato un concepto que ella nos enseñó con su propia vida, sin tener la necesidad de pedir consejo a Freud o Skinner, y es lo siguiente: el carácter no se forma en agua templada, se forma en la fragua.
El hierro a menudo se vincula metafóricamente con el carácter por su característica principal: su dureza. Es un metal que no se moldea con facilidad, para que pueda forjarse debe pasar por el fuego de una fragua que es una especie de caldera o atanor con más de 1.000° de temperatura. La vida misma con sus dificultades es una fragua que forja a las personas, hoy en día la psicología estudia con ahínco la resiliencia o la capacidad de procesar y sobreponerse a situaciones adversas, esa habilidad junto con la tolerancia a la frustración, es una de las competencias más deseadas en el mundo laboral y de las relaciones humanas es, al mismo tiempo, cada vez más escasa en las nuevas generaciones.
En la Fragua de Ña Ramona se formaron buenos metales, su ley era sencilla y contundente, se hacía lo que ella decía sin chistar y hasta hoy con sus 1, 50 de estatura, sus hijos se alinean ante esta mujer que reina en su hogar con su bastón, hay mucho que aprender de aquellos tiempos que según ella eran de gente con temple, de carácter y de palabra. A ella mi admiración y respeto total.
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Hoy 27/06/2020 se cumple un año de la partida de Ña Ramona, en nuestra familia y comunidad las novenas y el Karu Guasu son tradiciones vitales, este año en plena pandemia, tuvimos que buscar otras maneras de seguir con la tradición, mis tías y mi madre realizaron la novena en familia, sin visitas y prepararon como cada año el Karu Guasu para 300 personas entre familiares, amigos de mi abuela y vecinos, pero este año, el Karu Guasu fue a cada hogar con el delivery organizado por mis primos, de esa manera logramos realizar lo que Ña Ramona quería, un Karu Guasu como la gente😅 de otra manera seguramente hubiésemos tenido un akapete de su parte desde el otro lado.
Los ritos son importantes aunque sean cosas muy olvidadas diría El Principito, en esta época en que las despedidas se tornan dolorosas por vivirse en soledad es importante volver a recordar estos ritos que nos ayudan a procesar el dolor de manera sana con la familia y los seres queridos, aunque tengamos que mantener distancia, usar tapabocas y no aglomerarnos creo que estas ceremonias familiares fundamentales para sanar el dolor que sentimos cuando nuestros seres queridos parten, mientras escribo estas líneas veo sonreír a mi abuela con su mate y su rosario contenta, aquellos que son recordados nunca mueren 🙏🙏🙏
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