Castigo o Bendición: la evolución del significado del trabajo
Trabajo |
El acto de trabajar puede ser concebido como un castigo o bendición, en ambos casos el trabajo no tiene un significado por sí mismo, es el trabajador quien le da un sentido basado en sus creencias y estas creencias varían según el contexto histórico y social de una cultura a otra.
Cuando terminé la carrera de Psicología Laboral decidí investigar acerca de las creencias que tienen las personas acerca del trabajo, fue inevitable realizar una revisión histórica de la evolución del significado del trabajo, encontrando que a lo largo del tiempo en apretada síntesis surgían una y otra vez las mismas ideas y es que las creencias que las personas tienen del trabajo han ido evolucionando con el tiempo, sin embargo, aun hasta hoy la concepción acerca del trabajo puede sintetizarse en dos grandes grupos los que lo conciben como castigo o una bendición.
Wright Mills (MILLS, 1976), sociólogo estadounidense, nos cuenta que los griegos concebían el trabajo mecánico como un mal físico que la élite debía evitar, dejando esas tareas a los esclavos; los hebreos también pensaban que el trabajo era una “labor penosa” fruto del pecado original; así mismo los cristianos veían al trabajo como una punición para el pecado, hasta que aparecieron los protestantes: Lutero y Calvino, que concibieron al trabajo como la forma de salvación del hombre de todos sus pecados, de la mano de estos personajes, el protestantismo se convirtió posteriormente en una de las bases del capitalismo.
La palabra trabajo proviene del vocablo latino tripalium que era el instrumento de tortura de los esclavos que no querían trabajar.
Durante el Renacimiento la tendencia fue concebir el trabajo como un estímulo a través del cual el hombre se vuelve creador, durante el siglo XIX surgieron reacciones contra el utilitarismo de los economistas clásicos basados en las ideas del Renacimiento de la mano de personajes como Ruskin, Carlyle, Morris, Marx y Engels, destacando las ideas de Ruskin de los artesanos libres, quienes, al mismo tiempo hacían de su trabajo un arte y un medio para ganarse la vida y Marx; para quien según Mills la esencia del ser humano está en su trabajo y antes del capitalismo el hombre era uno con su trabajo.
Sabemos que las creencias determinan intereses, actitudes, comportamientos y hasta el desempeño, a menudo, los expertos en gestión del talento humano realizamos acciones encaminadas a aumentar la satisfacción y motivación en los colaboradores, sin embargo, pocas veces exploramos las creencias profundamente arraigadas en la psique de los trabajadores, siendo este un tema que puede tener un impacto en el equipo de trabajo que muchas veces no consideramos en nuestros planes estratégicos de desarrollo organizacional, es necesario indagar sobre estas creencias que sin dudas abre un espectro de cuestiones debatibles para los procesos de reclutamiento y experiencia del empleado en las organizaciones.
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