Brujas
Ella camina tranquila entre vivos y muertos, la bruja va cantando su runa y juntando hueso a hueso las partes dispersas de las almas rotas. La vieja hechicera mira profundo en la noche oscura llamando a las brujas, aquellas mujeres que no son buenas ni malas simplemente son mujeres sabias que bailan iluminadas por la luna en los bosques, vestidas de cielo. En compañía de brujas la sabia huesera reestablece el equilibrio y con su canto poderoso sana las heridas de la psique.
Cuando pensamos en una bruja, es común que nos venga a la mente la
imagen de una mujer vieja, encorvada, arrugada, con una nariz puntiaguda y por
supuesto con horribles verrugas, si bien las descripciones que se hicieron de
ella en la historia tienen algunas variaciones, coinciden todos en que es fea
(según el concepto de belleza predominante), estas apreciaciones por supuesto,
la tienen sin cuidado, dado que es una mujer consciente de su poder, ella es temida
por muchos y lo sabe, algunos la llaman “La Huesera” porque su sabiduría está
ligada a los huesos que simbolizan el instinto salvaje que habita en todas las
mujeres, el instinto que nuestro entorno social nos ha inducido a reprimir,
olvidar y hasta negar, esta domesticación ejecutada por miles de años está
arraigada profundamente en la psique femenina con devastadoras consecuencias en
generaciones enteras de mujeres que hasta hoy sufren las consecuencias de
haberse disociado de su naturaleza salvaje.
La mujer sabia ha resultado ser una amenaza a lo largo de la historia oficial,
por tal motivo fue también atacada sistemáticamente, sin embargo, a pesar de
todos los esfuerzos encaminados a erradicar la soberanía femenina,
siempre existieron mujeres que simplemente no se doblegaron ante las
convenciones sociales predominantes. Libres, soberanas, rebeldes, irreverentes
buscaron activamente la forma de vivir al margen de las normas
heteropatriarcales, pagando un precio alto por mantener a salvo sus conocimientos
sobre las hierbas, los ciclos y la naturaleza humana.
Ahora bien, si decimos que las brujas son mujeres sabias y no malvadas
hechiceras que hacen pacto con el Diablo ¿De dónde vienen estas ideas? En su
libro El Libro de la Brujería Sajona, Raymond Buckland nos habla de la
brujería como una religión pre-cristiana que comenzó a ser perseguida con el
advenimiento de la nueva religión convirtiendo en demonios a los dioses
antiguos, durante siglos la brujas fueron consideradas la encarnación del mal,
es sabido que la Inquisición desarrolló espeluznantes mecanismos de tortura para
las brujas y cualquier sospechoso de realizar prácticas brujeriles, imaginen
que en Inglaterra recién en el año 1951 se dio la revocación de la última ley
contra la brujería y recién desde entonces se obtuvo la posibilidad, para los
brujos, de presentar una versión diferente de la historia, de la historia
oficial. El primer brujo moderno que hizo esto fue el difunto doctor Gerald B.
Gardner, con su libro, Witchcraft Today publicado en Londres en 1954, en
palabras de Buckland es hasta hoy el mejor tratado sobre el tema.
Vemos entonces que a pesar de la mala prensa las brujas no son los seres
malvados que nos hicieron creer por mucho tiempo, las brujas son mujeres
sabias, sanadoras y libres, su poder se encuentra en el conocimiento de los
ciclos naturales de toda la creación y es bueno destacar que no solamente nos
referimos a la naturaleza sino también a la psique y su sombra.
Una bruja en cada mujer
Aunque muchas brujas fueron quemadas y perseguidas, ellas volvieron de
la hoguera para recordarnos que la sabiduría habita en lo profundo de nuestra
naturaleza salvaje, hay una bruja en cada mujer, todas somos Lilith, Hécate,
Baba Yaga, Cerridwen, Inanna, Isis, Astarté, Diana, Deméter, ellas habitan en nosotras,
esperan que las encontremos y conectemos con ellas. Conectar con “la bruja” con
esa mujer sabia que tenemos dentro es urgente, porque aunque ya no hay
inquisidores que quemen y persigan, aun hasta hoy a menudo regalamos nuestro
poder a lobos disfrazados, es notable como la sabiduría escondida en los
cuentos de hadas sin filtros alertan a la mujer a no dejarse seducir por
depredadores, cuentos como Caperucita y Barba Azul son advertencias que si
todas las mujeres comprendiésemos desde pequeñas nos ahorraría más de
un trauma y la terapia.
La bruja es aquella que sabe, frecuentemente se asocia con una mujer
anciana porque es la edad de la sabiduría, ella es LA QUE SABE, es la
curandera, un portal que comprende los misterios de la vida y la muerte, porque
ella desde su otoño se acerca lentamente a la muerte, al invierno y a la
oscuridad. La que sabe es una mujer directa, que anda sin vueltas, ve la verdad
de las cosas y es consciente de que ya no tiene tiempo que perder, por eso
puede caer mal a algunas personas, la bruja como arquetipo tiene un aspecto
luminoso y otro oscuro, la luz a menudo se asocia con la sabiduría y su
capacidad de sanar, en cambio lo oscuridad se asocia con las sombras y el mal,
ese aspecto es temido, perseguido y en la psique reprimida, porque no es bien
vista, es la mujer que no es políticamente correcta, noo, ella es la sagacidad
que observa la verdad sin filtros.
Sabrás que estas conectada con la bruja interior cuando dejes de ser
políticamente correcta para ser tu misma y observas todo lo que te sucede y a
todos los que te rodean en su justa dimensión, te muestras como eres porque ya
te vale lo que piensen los demás, pero de verdad no solo para las redes
sociales, de hecho buscas el silencio y la soledad que ya no te incomoda,
sabrás que estás conectada con tu bruja interior cuando abrazas tus sombras y
tomas un café o tal vez un mate con ellas y ya reconciliada con tus aspectos
más oscuros recuerdas tu capacidad de crear, de transformar y de sanar.
En compañía de brujas se puede cambiar el mundo, porque
ellas saben el secreto de la transmutación, volver al sendero femenino, el
camino de las brujas significa reencontrarse con un poder muy antiguo que nos
da una mirada profunda acerca de la verdad en todo lo que nos rodea, de las
personas y sus intenciones, de los sueños y el poder cambiar todo lo que toque,
de sanar las heridas del alma y en suma nos conecta con el alma de todas las
cosas.
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" me he conectado a mi bruja"