Dos libros que bajan la filosofía a la vida cotidiana
Tendemos a pensar que la filosofía
es un tema etéreo y denso que no tiene nada que ver con nosotros y sin embargo
los filósofos también se enfrentaron a problemas similares a los que seguimos
teniendo en la actualidad, es por eso que hoy quiero compartir dos libros que considero
que bajan la filosofía a la vida cotidiana y me han gustado mucho por eso.
El primero de ellos es Lou
Marinoff, autor del bestseller Más Platón y menos Prozac, en este
libro titulado Pregúntale a Platón nos dice cómo la filosofía puede
cambiar nuestra vida. Tengo que decir que este libro es muy especial para mí,
lo había comprado cuando era estudiante de Psicología, en los primeros años de la
carrera, el libro ya tiene sus años, tiene notas y subrayados en varias páginas,
en la época que leí por primera vez este libro estuve a punto de cambiarme a la
carrera de filosofía, pero mis guardianes psicoespirituales Jung y Freud no lo
permitieron, igual la influencia de las clases de filosofía dejó su impronta en
mí por eso Pregúntale a Platón es uno de mis libros preferidos desde siempre.
En Pregúntale a Platón Lou
Marinoff parte de la premisa de que como seres humanos en todas las etapas de
la vida nos planteamos importantes preguntas referidas a nosotros mismos y a
los demás, al amplio mundo y al universo entero, al significado y propósito de
nuestra existencia, nos preguntamos sobre el pasado, el presente y el futuro,
además tarde o temprano la vida también nos plantea preguntas fundamentales, Marinoff
nos dice que en los momentos de mayor adversidad, cuando más difícil sea la situación
que estemos pasando, más profundas son las preguntas, aunque irónicamente las respuestas
que buscamos con más urgencia son las más difíciles de hallar.
Para Marinoff es en estos momentos
decisivos cuando la filosofía puede ayudarnos mediante la aplicación de ideas útiles
a los problemas concretos de la vida cotidiana. Marinoff propone utilizar las
grandes ideas de los principales filósofos para cambiar la vida transformando
malestar en bienestar. En Pregúntale a Platón el autor hace un recorrido por
los grandes filósofos de la historia, tiene un apéndice de filósofos muy bien
elaborado que es uno de los motivos por el que siempre recurro a este libro
para consultar sobre los filósofos y sus principales obras, pero lo más valioso
de esta obra son los ejemplos que ilustran de qué modo los consejos filosóficos
pueden ayudar a abordar las grandes preguntas. Además, todos los capítulos
terminan con ejercicios filosóficos que pueden llevarse a cabo para que cada
uno se construya su propia filosofía de la vida.
El segundo libro es mucho más
reciente, lo compré en plena pandemia y me ha sorprendido bastante, el libro se
titula Seis semanas con los filósofos griegos de la Dra. en Filosofía
Ilaria Gaspari, la autora se pregunta ¿Cómo veríamos la vida con los ojos de
los filósofos griegos? ¿Tendríamos menos preocupaciones? ¿Qué pasaría si decidimos
seguir las enseñanzas de los maestros como Pitágoras, Sócrates o Epicuro?
Este es un libro relatado desde
la experiencia de la autora que tras romper con su pareja y verse obligada a
mudarse emprende un viaje de transformación personal, a lo largo de seis
semanas durante las que vivió centrada en adoptar los preceptos de las
principales corrientes de pensamiento de la Antigua Grecia. Gaspari, encuentra
que de la escuela pitagórica puede aprenderse a vencer la pereza mediante reglas
muy precisas de los filósofos pitagóricos, de los filósofos eleáticos aprende a
relacionarse con el tiempo de un modo más relajado, del escepticismo, aprende a
desconfiar de los sentimientos y cuestionarlo todo; del estoicismo a aceptar
que algunas cosas no se pueden cambiar; de los epicúreos, a ser generosos con
nosotros mismos… de esta manera la autora transita las seis semanas bajo los
preceptos de los principales filósofos griegos formulados hace más de dos mil
años.
La autora cita una frase de
Epicuro que sintetiza muy bien no solo la intención de su libro sino de la
filosofía. Epícuro dijo: Vano es el discurso de aquel filósofo por quien no
es curada ninguna afección del ser humano.
La felicidad de
los antiguos
En este libro la autora cuenta
una leyenda sobre Tales de Mileto que ya la había escuchado, pero en este contexto
del libro cobra un nuevo significado.
La leyenda cuenta que una noche,
mientras daba un paseo y contemplaba muy atentamente las estrellas, sin fijarse
en dónde pisaba, Tales tropezó y cayó en un pozo. Por desgracia, en las
inmediaciones se encontraba una joven sirvienta de Tracia que vio al filósofo acabar
patas arriba y, en vez de ayudarle, comenzó a reírse de él, diciendo que se
dedicaba con afán a intentar conocer las cosas del cielo pero no veía nada de
lo que tenía delante. Esta leyenda se ha contado infinidad de veces para
reivindicar la superioridad de un sano sentido común práctico sobre los
caprichos de la pura especulación.
Hasta hoy muchas personas se
preguntan por qué deberíamos estudiar filosofía si no sirve para nada y, por el
contrario, Ilaria Gaspari nos dice que lo mejor sería mirar a los antiguos griegos:
porque para ellos, no existía ninguna fisura entre la especulación y la vida, ella
explica que la principal ambición de los filósofos no era la de formular
sistemas de pensamiento, ni especular de manera abstracta.
La autora señala que las escuelas
filosóficas constituían auténticas comunidades, libres asociaciones en las que
los discípulos se reunían alrededor del maestro que hablaba, no para construir
sorprendentes estructuras conceptuales ante sus ojos, sino para formarlos. En
las escuelas se compartían tiempo y hábitos, se vivía una vida en común de
acuerdo con las normas y las enseñanzas, la filosofía no era un mero ejercicio
especulativo, sino un compromiso espiritual.
Seis semanas con los filósofos
griegos nos recuerda que la filosofía de las escuelas era ante todo el arte de vivir,
la felicidad de los antiguos era concebido como un destino afortunado que uno
se construye mediante la correcta postura del cuerpo y de la mente; y es una
forma casi heroica de fidelidad a uno mismo, de la dedicación a la propia
vocación natural, que es, precisamente la de ser felices.
Sinceramente creo que estos dos libros son geniales para introducirse de manera amigable a la filosofía, ambas obras nos muestran que lejos de ser una materia de estudio inútil la filosofía puede darnos luz para afrontar la vida con una perspectiva mucho más enriquecedora.
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