Baubo

Baubo

Cuando la Diosa Deméter entró en cólera y maldijo al mundo con un eterno invierno porque el Dios del inframundo Hades raptó a su amada hija Perséfone la Diosa lloró; su tristeza y depresión eran inmensas, exhausta se sentó al lado de un pozo, presa de la desolación apenas se dio cuenta de que se acercaba a ella Baubo bailando sensualmente y ésta ver a la Diosa Deméter tan deprimida decidió ayudarla haciéndola reír, le contó historias y chistes bien subidos de tono. 

Baubo y Deméter

Baubo, la pequeña Diosa del Vientre, era muy peculiar, sus pezones eran sus ojos y su boca estaba en el lugar que corresponde a la vulva. Deméter comenzó a reír de los chistes de Baubo, tímidamente primero y luego a carcajadas, gracias a ello sanó su corazón y se recargó de energías para volver a buscar a Perséfone con la ayuda de la Bruja Hécate y del Sol Helios. Al final pudo perdonar a la tierra, Perséfone regresó del inframundo y el mundo volvió a renacer, marcando el inicio de la Primavera.

Clarissa Pinkola Estés en su obra Mujeres que corren con los lobos, relata con detalle este inusual encuentro de Diosas y nos deja una interesante reflexión sobre el poder sanador de la risa, esa que viene de las tripas actuando como analgésico para cualquier dolor igualmente profundo, así mismo destaca algo que todas las mujeres sabemos intuitivamente y es que cuando nos encontramos entre risas y bailes sanamos el alma.

Baubo la terapeuta

Cuando sufrimos por mucho tiempo llega un momento en que después de tanto dolor nos acercamos al tiempo de renacimiento, en ese sentido Baubo nos enseña que reír y bailar pueden ayudarnos a levantar los ánimos y el necesario contacto con el propio cuerpo que es también un templo sagrado. Alienta a las mujeres a hablar desde la vulva que significa, hablar desde lo más profundo y auténtico de nuestro ser, ver con los pezones, es decir, prestar atención a los cambios sutiles que ocurren a nuestro alrededor todo el tiempo. En la actualidad sabemos gracias a la ciencia que la producción de endorfinas (hormonas de la alegría) se logra mediante acciones placenteras como reír a carcajadas, realizar ejercicios físicos, bailar o mantener relaciones sexuales satisfactorias. Entonces encontramos que desde un punto de vista contemporáneo Baubo es una antigua promotora de la Salud Mental, su terapia de sanación consiste en reír y bailar,  actividades gratuitas pero con una alta rentabilidad para la salud.

Podemos apreciar que el retorno de la primavera hace ya muchos años tuvo su trámite previo, entre los griegos no puede faltar el melodrama, las enseñanzas que dejaron las Diosas Baubo y Deméter pueden servirnos en la actualidad si conectamos con los ciclos de la naturaleza, como la tierra que empieza a convertirse en un paraíso verde, todo comienza a despertar de una larga hibernación. Todo tiene su tiempo, el dolor también pasa y cuando esto sucede regresa el tiempo de alegría y de romance, simbolizado en la primavera, que nos recuerda que la vida reinicia su ciclo con la fuerza vital que viene del vientre llamando a la fertilidad.

Baubo representa ese puente que nos ayuda a pasar del dolor a la alegría con su danza y sus chistes nos recuerda que en lo más profundo del vientre la vida espera su momento de florecer.

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