El Boaideiro
Boiadeiro |
Despert贸 en un sal贸n blanco lleno de luces encendidas que la obnubilaban, no entend铆a d贸nde estaba, pens贸 que era un hospital hasta que vio gente descalza y vestida de blanco por todos lados, estaba mareada, confusa y adolorida. - Mila Querida, hazme el favor de comer algo y maquillar esas ojeras! ¡Que estamos atrasados mujer, no hay tiempo para desmayos! dijo exasperado El Brian, fot贸grafo estrella de la afamada revista Vacuidades, experto en producciones para revistas de moda y muy conocido por su exc茅ntrico car谩cter
- y ustedes? dijo mirando a los modelos contratados para la sesi贸n de fotos - ¿Qu茅 esperan? ¡Posen, posen, posen para las fotos caray! y puso los ojos en blanco, los modelos comenzaron a posar y la sesi贸n de fotos continu贸 entonces como si nada hubiese pasado.
Mila, se levant贸 lentamente y se sent贸 para tomar el primer caf茅 del d铆a, se hab铆a desmayado de puro cansancio aunque las malas lenguas murmuraban que era por hacer dieta, rubia de ojos grises de 1,80 cm de estatura, hija de un conocido estanciero brasile帽o, de profesi贸n modelo, no necesitaba de dietas ni ejercicios, era como era aunque nadie la creyese, su desmayo se deb铆a a que lleva dos noches sin dormir, desde que se enter贸 que su padre volvi贸 y nadie en la Estancia lograba encontrarlo, desde el suicidio de Tania, su segunda esposa, su padre perdi贸 dinero y los cabales, pasaba d铆as y noches en Casinos ganando y perdiendo grandes cantidades de dinero, su dolor era infinito y Mila lo sent铆a.
Se retir贸 de la sesi贸n de fotos sin hacer caso a los reclamos de Brian, camin贸 sin rumbo hasta que el tranquilo silencio de las calles de Asunci贸n se convert铆a a cada paso en un barullo creciente, bocinas, gente gritando las ofertas del d铆a, olores de todo tipo de comidas, orientales y frituras, el Mercado 4 pod铆a distinguirse de todos los paisajes de la ciudad porque era un ecosistema en si mismo, se sumergi贸 en los estrechos pasillos con improvisados techos de lonas que daban el colorido caracteter铆stico del mercado ¿Qu茅 te damos, qu茅 te ofrecemos? ¡Tenemos lindo para tu jeans Se帽orita! dec铆an las vendedoras de ropas mientras intentaban hacerle pasar casi a la fuerza al diminuto puesto de venta, los intensos olores de frituras varias comenzaron a convertirse en aromas m谩s agradables, fue as铆 que lleg贸 al Paseo de los Yuyos y se encontr贸 con su amiga Do帽a Ciriaca, esa mujer sin edad vend铆as todos los remedios que el cuerpo y el alma pudiesen necesitar, con la excusa de comprar hierbas para la digesti贸n Mila visitaba a esa Se帽ora que le recordaba la paz del campo y la chipa que le prepara Do帽a Berta, la mach煤 de su estancia; en ese momento record贸 las palabras del Boaideiro y fue a buscar a su padre.
Lo encontr贸 tirado en la vereda de un casino, con la vista perdida, mirando a la nada, estaba sucio y con la barba descuidada, el hombre m谩s recio de la regi贸n se encontraba vulnerable y perdido. Hay momentos en la vida en los que tomar decisiones es ineludible, as铆 lo entendi贸 Mila, pod铆a seguir su carrera exitosa y su vida cosmopolita o volver al campo, donde estaban sus ra铆ces y sus afectos.
Lo encontr贸 tirado en la vereda de un casino, con la vista perdida, mirando a la nada, estaba sucio y con la barba descuidada, el hombre m谩s recio de la regi贸n se encontraba vulnerable y perdido. Hay momentos en la vida en los que tomar decisiones es ineludible, as铆 lo entendi贸 Mila, pod铆a seguir su carrera exitosa y su vida cosmopolita o volver al campo, donde estaban sus ra铆ces y sus afectos.
Bienvenida a casa Buey, le dijo mientras le tiraba la soga de ca帽amo que Mila agarr贸 al vuelo, con el tiempo y gracias a las ense帽anzas del Boideiro Mila se convirti贸 en una estanciera conocida por su determinaci贸n y voluntad inquebrantables, que siempre ten铆a la palabra justa y consuelo para quien lo necesite, con el tiempo su padre recobr贸 la salud y la cordura, sus d铆as fueron felices y pr贸speros, conoci贸 los misterios de la tierra y sus ciclos, de esa forma encontr贸 la plenitud.
*Boiadeiro: capataz de campo responsable del ganado.
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