Lavado de corazones
Limpiamos el corazón lo mejor que podemos del dolor y otras heridas, pero el tiempo deja sus huellas que ya no salen con un lavado, aún así, no perdemos la Fe y ponemos la mejor cara esperando que el sol traiga días mejores.
Lavado de corazones |
Después de varios días de lluvias y raudales que dejaron la ciudad con nuevos baches en las calles y más de una gotera nueva en casi todas las casas del barrio, mi madre sacó las almohadas para el lavado, mientras se secaban con el sol precioso que iluminaba todo sin una sola nube alrededor, observé que la almohada más vieja tenía manchas indelebles y quien sabe cuantas historias y sueños incautados entre su viejo relleno de espuma.
Un instante cotidiano lleno de enseñanzas. Todo es símbolo, creo que el lavado de almohadas de corazones tiene mucho que enseñar sobre la resiliencia, las cicatrices y la vida misma.
Si observamos siempre hay algo que aprender sobre el lavado de corazones.
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