Las Diosas de cada mujer
Las Diosas de cada mujer es un
libro fascinante, fue publicado por primera vez en 1984 y su prólogo fue
escrito nada más y nada menos que por Gloria Steinem, una referente del
movimiento feminista de los años setenta. La obra más vendida y conocida de la
psiquiatra psicoanalista jungniana la Dra. Jean Shinoda Bolen no ha perdido
vigencia y sigue siendo hasta hoy uno de esos libros que todas las mujeres
necesitamos leer, lo mismo pienso del libro Mujeres que corren con los lobos de
la también psicoanalista jungniana Clarissa Pinkola Estés.
Este libro en particular trata de
arquetipos femeninos representados en siete diosas griegas que la Dra. Shinoda
Bolen estudió en profundidad, encontrando en la mitología griega conexiones que
transformaron su pensamiento y trabajo como analista jungniana con las mujeres.
En las Diosas de cada mujer se describe las cualidades que
personifican a cada diosa, sus símbolos y su linaje, así como el arquetipo que
cada diosa representa y como se muestran en las mujeres como rasgos de la
personalidad que se van expresando en mayor o menor medida a través de diversos
estadios de la vida de las mujeres, también nos muestra las cualidades potenciales
sombrías algunas de las cuales pueden convertirse en síntomas causando diversos
conflictos y problemas.
La Dra. menciona la forma en que su formación
como analista jungniana la ayudó para adentrarse en la mitología entendiendo
que su estudio podría convertirse en una herramienta poderosa para la
comprensión psicológica de sus pacientes. Una de las obras más citadas en este
libro es la del psicoanalista Erich Neumann “Amor y Psyche”, que es también una
obra clásica del psicoanálisis en la que se describe el proceso iniciático de
Psique, ella utiliza esa referencia del mito de Psique para describir las
tareas más importantes que cada mujer debe realizar para convertirse en la
heroína de su propia vida.
En este
libro se describe a siete diosas divididas en tres categorías siendo la primera
categoría las diosas vírgenes que son Artemisa, Atenea y Hestia, luego están
las diosas vulnerables que son Hera, Deméter y Perséfone, por último, las diosas
alquímicas representadas por Afrodita.
Las Diosas vírgenes
Las diosas vírgenes representaban la cualidad
de independencia y autosuficiencia de las mujeres por el contrario de las demás
diosas del Olimpo estas tres no podían enamorarse, los apegos emocionales no
les desviaban de lo que consideraban importante, no eran victimizadas y no
sufrían. Como arquetipos expresan la necesidad de autonomía en las mujeres y la
capacidad que éstas tienen de centrar su conciencia en lo que tiene sentido.
Artemisa a la que los romanos llamaron diana es
la diosa de la caza y de la luna, sus dominios eran las tierras vírgenes era la
arquera de disparo certero y la protectora de la Juventud de todas las cosas
vivientes. Atenea conocida como Minerva para los romanos era la diosa de la
sabiduría y la artesanía patrona de Atenas ciudad que tomó su nombre y
protectora de los numerosos héroes, normalmente se la representa llevando una
armadura y era conocida como la mejor estratega en las batallas. Hestia, la
diosa del hogar y de los templos, Vesta para los romanos era la menos conocida
de todas las diosas del Olimpo estaba presente en las casas y en los templos
como fuego en el centro del hogar.
Artemisa y Atenea representan la actitud de ir
directamente a los objetivos y pensamiento lógico que hacen de ellas los
arquetipos orientados hacia el logro, en cambio Hestia es el arquetipo cuya
atención está enfocada hacia adentro hacia el centro espiritual de la
personalidad de una mujer. Estas tres
diosas son arquetipos femeninos que persiguen sus metas de manera activa
amplían nuestro concepto de los atributos femeninos para incluir la competencia
y la autosuficiencia.
Las Diosas vulnerables
Entre las
diosas vulnerables encontramos a Hera conocida como Juno por los romanos era la
diosa del matrimonio era la esposa de Zeus el Dios que reinaba sobre los dioses
del Olimpo. Deméter (Ceres. para los romanos) era la diosa de las cosechas en
su mito principal se enfatizaba su papel de madre Perséfone en latín Proserpina
era la hija de Deméter, los griegos la llamaban también Koré, la doncella.
Las tres
diosas vulnerables representan los papeles tradicionales de la esposa, madre e
hija son los arquetipos orientados hacia las relaciones cuyas identidades y
bienestar dependen de tener una relación significativa. Expresan las
necesidades de las mujeres de afiliación y vinculación están armonizadas con
otras personas y son vulnerables Estas tres diosas fueron violadas, cada una ha
sufrido a su manera al romperse o deshonrarse una relación afectiva, mostraron
síntomas similares a la de una enfermedad psicológica, cada una de ellas
también evolucionó y puede proporcionar a las mujeres una comprensión interna
de la naturaleza o pauta de las propias reacciones que deben abandonarse y el
potencial para el crecimiento interno mediante el sufrimiento inherente a cada uno
de estos tres arquetipos.
Las Diosas alquímicas
Afrodita diosa del amor y diosa de la belleza
más conocida como Venus por su nombre romano se encuentra por derecho propio en
la tercera categoría de las diosas alquímicas, era la más bella e irresistible
de las diosas tuvo muchas aventuras y numerosa descendencia procedente de sus
numerosas relaciones, ella creaba amor, belleza, atracción erótica, sensualidad,
sexualidad y nueva vida. Entablaba relaciones por decisión propia y nunca fue
victimizada, siempre mantuvo su autonomía como diosa Virgen y tuvo relaciones
como Diosa vulnerable. Su conciencia era receptiva y al mismo tiempo estaba
concentrada lo que permitía un intercambio en dos direcciones que le afectaban
tanto a ella como a la otra persona. El arquetipo de afrodita motiva a las
mujeres a perseguir intensamente las relaciones más que la permanencia a
valorar el proceso creativo y estar siempre abiertas a cambiar.
Las diosas griegas son imágenes de mujeres que
han vivido en la imaginación de la humanidad durante más de 3000 años contienen
patrones o representaciones de como son las mujeres con más poder y diversidad
de comportamientos de lo que se ha permitido ejercer históricamente a las
mujeres, son bellas y fuertes están motivadas por lo que les importa, esta es
una característica muy importante que trasciende el pensamiento jungniano de animus.
Estas diosas se diferencian unas de otras cada
una tiene sus rasgos positivos y potencialmente negativos, sus mitos muestran
lo que es importante para ellas y expresan con metáforas lo que una mujer que
se les parezca puede hacer.
Las diosas representan patrones que reflejan la
vida de una cultura patriarcal, en la Grecia antigua las mujeres sabían que su
vocación o su función en la vida las situaba bajo el dominio de una diosa
concreta a la cual veneraban: las tejedoras necesitaban el patrocinio de Atenea,
las jóvenes se hallaban bajo la protección de Artemisa, las mujeres casadas veneraban
a Hera. Las mujeres rendían culto y presentaban ofrendas ante los altares de
las diosas cuya ayuda necesitaba, las mujeres que daban a luz rezaban a
Artemisa para que les librarse del dolor, invitaban a Hestia a sus chimeneas
para convertir sus casas en hogares.
Algunas mujeres valoran ante todo el matrimonio
y la familia mientras que otras atribuyen más importancia a la independencia y
a la propia realización, algunas mujeres se comportan según será el entorno
como extrovertida o introvertida.
Existen muchas diosas en una sola mujer, cuanto
más compleja es, es posible que tengan muchas diosas activas, eso es lo que
descubrí leyendo este libro, observé con asombro que en mi vida actual es la
Diosa Hestia la más activa de las Diosas en mí, pude recordar con cariño mi
adolescencia con la presencia Artemisa y Afrodita peleando en mi psique para
direccionar mi atención de los libros a los muchachos, en mi época
universitaria y profesional Atenea me ensenó a planificar estratégicamente cada
una de mis decisiones laborales y tejer redes de contacto valiosas y aunque en
este libro no se menciona también pasé etapas importantes influencia por la
rebeldía de Lilith y la poderosa Hécate, una de mis diosas activas y favoritas
hasta hoy.
Al final de la descripción de todas las diosas,
la Dra menciona como ellas pueden competir entre sí dentro de cada mujer
haciendo una analogía con un comité
dentro de nuestra cabeza en el que las diosas discuten sobre cada aspecto
importante de nuestra vida, esto me recordó la película de Disney intensamente
con las emociones actuando de forma muy similar, lo importante aquí es no
perder de vista quien es el presidente del comité, la doctora menciona que un
Ego saludable es el que naturalmente preside, administra y decide una reunión
de Diosas, esta metáfora del funcionamiento de las Diosas dentro de la psique
fue muy revelador para mí, porque observé como en cada momento importante de mi
vida mis decisiones fueron influenciadas por estos arquetipos, también observé
momentos en los que claramente mi ego se vio sobrepasado por alguna Diosa que
tomó el poder momentáneamente, cuando trabajaron en armonía y cuando estaban en
conflicto. En definitiva, leer este libro veinte años antes me hubiese dado
luz, pero bien sé que todo tiene su tiempo.
La Dra Shinoda Bolen nos enseña con esta obra
icónica que cuando una mujer comprende sus propios patrones internos puede
llegar a superar toda una serie de dicotomías restrictivas tales como masculino/femenino,
madre/amante, profesional/ama de casa, estos patrones internos toman la forma
de las siete diosas arquetípicas que son otros tantos tipos de personalidad, el
trabajo que se sugiere es el de identificar a las diosas dominantes que van
desde la autónoma Artemisa, la fría Atenea hasta la nutritiva Deméter y la
creativa Afrodita, pasando por Hera la diosa del matrimonio o Perséfone la
reina del mundo subterráneo o el prototipo de la mujer paciente como Hestia.
La vida nos presenta repetidas oportunidades
para enfrentar aquello que tememos, aquello de lo que tenemos que hacernos
conscientes o aquello de lo que tenemos que adquirir la maestría, al final el
viaje de la heroína no es otro que más que el viaje de la individuación, esa
búsqueda psicológica de la totalidad que acaba con la unión de los opuestos,
hierosgamos, el matrimonio sagrado o totalidad mencionado por Jung como El
Self, el sí mismo.
Las diosas de cada mujer es una guía escrita para todas las mujeres que nos recuerda que hay una heroína en cada una de nosotras esperando a que realicemos ese viaje del héroe, la diferencia entre una mujer desdichada y vencida por sus circunstancias y una mujer consciente es que esta última toma decisiones, decide enfrentarse a los miedos, realizar las pruebas de Psique y reclamar el poder de la Serpiente.
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