Cómo funciona el sistema cerebral de recompensas

Cuando se trata de crear hábitos positivos y sostenerlos en el tiempo, nuestro cerebro pone en marcha una serie de mecanismos que nos pueden acercar o alejar de nuestras mejores intenciones, entender lo que sucede en nuestra psique es tan importante como pagar la cuota de la caminadora y evitar que se convierta en un perchero más, el sistema cerebral de recompensas es uno de esos procesos que si lo entendemos bien puede ser nuestro mejor aliado de lo contrario puede llegar a convertirse en el saboteador más obstinado de nuestros objetivos.

sistema cerebral de recompensa


El sistema cerebral de recompensa es un conjunto de mecanismos que se activa en el cerebro cuando ante cierta situación obtenemos cierto resultado, entonces comenzamos a asociar si la situación nos agrada o desagrada, si es cómoda o incómoda y de esa manera el sistema de recompensa lo que hace es evaluar todas las acciones que realizamos, es un mecanismo muy primario, lo que permite al cerebro estar en modo de aprendizaje constante.

Este mecanismo primario resuelve muy rápidamente si algo nos provoca placer o si  nos provoca dolor, es un automatismo que de manera inconsciente viene de la necesidad de resolver mucho más rápido decisiones que tienen que ver con garantizar nuestra supervivencia, este es el objetivo principal de nuestro cerebro: mantenernos con vida, entonces a través del sistema de recompensas y a través de esta asociación de situaciones con resultados lo que se busca es acercarnos al placer y alejarnos del dolor.

Por ese motivo todas las situaciones que para nosotros son agradables tendemos a repetirlas porque vamos a buscar esa recompensa de placer y todas las situaciones que nos llevan a resultados desagradables o incómodos las vamos a evitar, evadir o postergar, porque nos acercan al dolor y eso no nos gusta.

El efecto dopaminérgico

Cuando se activa el sistema de recompensa en nuestro cerebro aparece el efecto dopaminérgico que se observa cuando recibimos una recompensa y sentimos placer, esto está provocado por una hormona que se llama la dopamina que hoy sabemos es una de las hormonas del bienestar o del placer.  Este efecto dopaminérgico tiene una curva muy pronunciada, es decir realiza un pico y baja enseguida, nos motiva cuando recibimos la recompensa, pero el efecto de dopamina baja tan rápido que enseguida queremos volver a hacer una acción para volver a tener ese efecto de dopamina, esto hace que nosotros tengamos siempre mucha motivación por empezar y entonces empezamos un montón de veces las dietas y tantos otros hábitos.

Es lo que sucede al entusiasmo de las primeras clases en el gimnasio, la dopamina ya no tiene el mismo efecto ante el mismo estímulo de los primeros días de gym, eso quiere decir que ir al gimnasio después de tres meses ya no nos provoca el mismo entusiasmo que cuando recién empezamos a ir, el mismo estímulo ya no nos provoca tanto placer, es por ello que se vuelve imprescindible encontrar otros recursos que nos permitan seguir yendo al gimnasio sin tirar la toalla.

Al reconocer esto nos encontramos con un concepto fundamental que es demorar la recompensa y esto tiene mucho que ver con la voluntad. En la actualidad se sabe que el efecto dopaminérgico está muy relacionado con las adicciones, cuando no logramos demorar la recompensa surge el síndrome de abstinencia, esto nos sumerge en un proceso adictivo y se puede observar en todo tipo de adicciones desde sustancias psicoactivas, alimentación, fumar y otros hábitos que son muy difíciles de dejar, por eso es muy importante comprender el efecto que tiene el sistema de recompensas en nuestro cerebro y su influencia en los hábitos.








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