Qué es el Span Atencional

Span Atencional
Vivimos en una época en la que constantemente se nos bombardea con información, notificaciones, anuncios y distracciones. ¿Te has preguntado por qué? La atención es el bien más preciado de estos tiempos, y gigantes tecnológicos, empresas de publicidad, redes sociales, e incluso medios de entretenimiento diseñan cada día sofisticadas estrategias para captar y retener ese recurso tan escaso: nuestra capacidad de enfocarnos.

Un estudio realizado en Canadá en 2015 reveló que el lapso de atención promedio del ser humano se había reducido de 12 segundos a principios del siglo XXI a unos escasos 8 segundos, incluso menos que el de un pez dorado. ¿Qué significa esto? Más allá de la comparación humorística, esta disminución tiene implicaciones serias para nuestra productividad y bienestar mental.

¿Qué es el span atencional?

El "span atencional" se refiere al tiempo durante el cual una persona puede concentrarse en una tarea o estímulo sin distraerse. En términos sencillos, es la capacidad de mantener la atención de manera sostenida en algo específico. Esta capacidad es limitada y se ve afectada por diversos factores, como el entorno, la fatiga mental y las interrupciones externas.

La atención desde la fisiología

La atención no es solo un fenómeno psicológico, sino también fisiológico. Nuestro cerebro utiliza la glucosa como combustible, y el acto de mantener la concentración consume una cantidad considerable de energía. Cada vez que cambiamos de tarea, el cerebro quema más glucosa, lo que tiene un costo cognitivo considerable. Este costo se refleja en la fatiga mental, la dificultad para tomar decisiones y la disminución en la calidad del trabajo.

Además, el sistema de recompensas del cerebro, mediado por la dopamina, juega un papel crucial. En un video anterior en nuestro canal hablamos sobre cómo este sistema nos motiva a buscar placeres inmediatos, y cada notificación en nuestro teléfono o clic en redes sociales dispara un pequeño impulso de dopamina. Aunque gratificante a corto plazo, esta búsqueda constante de recompensas rápidas afecta nuestra capacidad de mantener la atención en actividades más prolongadas y profundas.

El mito del multitasking y el costo cognitivo

Muchas personas creen que el multitasking, o hacer varias tareas al mismo tiempo, es una habilidad deseable. Sin embargo, estudios han demostrado que el multitasking es un mito. Nuestro cerebro no está diseñado para realizar múltiples tareas complejas simultáneamente. Lo que en realidad hacemos es cambiar rápidamente de una tarea a otra, y cada cambio tiene un costo cognitivo. Estos saltos frecuentes entre tareas consumen glucosa y sobrecargan nuestro cerebro, lo que lleva a una disminución en el rendimiento y la calidad de nuestro trabajo.

Un ejemplo cotidiano de este costo cognitivo es cuando intentamos contestar correos mientras seguimos una conversación o cuando interrumpimos una tarea para ver las redes sociales. Aunque parezca que estamos siendo productivos, en realidad estamos agotando nuestros recursos cognitivos y perdiendo eficiencia.

El acortamiento de nuestro span atencional tiene un impacto directo en nuestra productividad. Si solo podemos concentrarnos por unos segundos antes de distraernos, cada tarea toma más tiempo y energía de la que debería. Además, la calidad de nuestro trabajo se ve afectada, ya que no le dedicamos el tiempo ni el enfoque necesario para realizarlo bien. A largo plazo, esto también puede generar estrés y fatiga mental.

El span atencional en la educación infantil

El span atencional juega un papel fundamental en el proceso de educación de un niño. Durante los primeros años de vida, el cerebro está en pleno desarrollo y necesita experiencias que fomenten la concentración, la curiosidad y el aprendizaje. Mantener a los niños alejados de las pantallas en esta etapa es crucial, ya que la exposición temprana y prolongada a dispositivos electrónicos afecta negativamente su capacidad para mantener la atención. Las pantallas, con sus estímulos rápidos y constantes, entrenan al cerebro para buscar gratificaciones inmediatas, lo que disminuye la capacidad de enfocarse en tareas más largas y complejas, como leer o resolver problemas. Además, la sobreexposición a pantallas puede generar otros problemas cognitivos, como dificultades en el aprendizaje, retrasos en el desarrollo del lenguaje y la socialización, e incluso trastornos emocionales. Es fundamental promover actividades que estimulen el pensamiento crítico y la interacción humana, para que los niños desarrollen no solo su atención, sino también habilidades cognitivas y sociales esenciales para su futuro.

Si bien las demandas del entorno moderno hacen que sea difícil mantener la concentración, hay estrategias validadas que pueden ayudarnos a mejorar nuestro span atencional:

  1. Practica la atención plena: La meditación y los ejercicios de mindfulness nos entrenan para concentrarnos en el presente y mejorar nuestra capacidad de mantener el foco.

  2. Técnicas de trabajo por bloques de tiempo: Métodos como el Pomodoro, donde trabajamos en intervalos de 25 minutos seguidos de breves descansos, ayudan a mantener la atención sin agotarnos.

  3. Limitar distracciones: Apaga las notificaciones innecesarias y crea un entorno propicio para la concentración.

  4. Alimenta tu cerebro adecuadamente: Una dieta equilibrada que mantenga estables los niveles de glucosa es crucial para el rendimiento cognitivo.

  1. Descansos regulares: El cerebro necesita descansos para recuperar su capacidad de concentración.

En un mundo donde la dopamina fácil está al alcance de nuestros dedos y el multitasking parece una solución, debemos preguntarnos: ¿a qué estamos dedicando nuestra atención? Tomar decisiones conscientes sobre en qué concentrarnos, desarrollar una atención profunda y bajar un poco nuestra dependencia de las recompensas inmediatas es clave para vivir de manera más plena y productiva. La atención es nuestro recurso más valioso, y en la era digital, debemos protegerla con inteligencia.




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